miércoles, 15 de abril de 2009

Próxima estación; Melancolía.


Hay lugares especiales, que nos transmiten emociones. En muchos casos, estas sensaciones se derivan del cine y la literatura. ¿Quién no ha sentido miedo en un cementerio, temiendo que los cadáveres resuciten?

Un lugar cargado de simbología es el ferrocarril. El tren ha gozado siempre, frente al resto de transportes, de ese aire melancólico del que nadie sabe muy bien determinar el origen.
Los trenes son símbolo del viaje y la aventura. El viaje es también una metáfora de la vida: un recorrido que parte de un punto y que pasa por distintas estaciones hasta llegar a su destino final. Además, las vías que siempre se persiguen pero nunca se encuentran, pueden representar la soledad; la soledad de los que buscan pero no encuentran.

Quizás sea eso, junto a la imagen de los paisajes que se funden en uno por la velocidad, la razón por la que el tren provoca tantas emociones.

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