domingo, 17 de mayo de 2009

De un hipotético encuentro

Seguro que todos nos hemos planteado alguna vez qué hubiese sucedido si algún personaje de nuestros días se hubiese encontrado con alguno de otra época muy diferente. ¿Se imaginan a Obama charlando con Juana la Loca? o a ¿Angelina Jolie discutiendo sobre un personaje con Shakespeare? ¿Extraño, verdad? Esta sensación es todavía más bizarra cuando estos personajes pertenecen no sólo a épocas diferentes, sino que a mundos diferentes; la ficción y el mundo real.

Yo me he querido imaginar un hipotético encuentro entre un personaje del mundo real y palpable; Alfred Hitchcock y otro personaje que sólo ha vivido sobre el papel y los fotogramas; Scarlett O’hara.

Imaginen, la caprichosa Scarlett cita a Alfred en un restaurante de Los Ángeles. Pronto le hace saber lo que quiere; un papel en su próxima película; le asegura que tiene todo el dinero necesario para llevar a cabo el proyecto. Evidentemente, la vanidosa O’Hara no consigue sorprender a Alfred, que no necesita la ayuda económica de nadie. Hitchcock le da un no por respuesta, diciéndole que el papel es de Audrey Hepburn, algo que no sienta nada bien a Scarlett. Ella siempre consigue lo que quiere. Siempre.

Sonriente, ofrece a Alfred una copa, para celebrar su “no-pacto”. Alfred caerá muerto en cuestión de segundos; la supuesta copa de vino contenía más cianuro que uva fermentada. Scarlata lo había planeado todo; robó la agenda de Hitchcook para borrar su cita con ella y escribir el nombre de Audrey Hepburn en su lugar y así tratar de inculparla.
Porque Scarlata siempre consigue lo que quiere.

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